viernes, 18 de abril de 2008

I. Presentación como lectora: "Motivación"

Soy una lectora un tanto inexperta y no es casualidad que comience anunciándolo. Esta inexperiencia, conlleva vergüenza y un poco de cobardía frente a esta “exposición”. En realidad, disfruto enormemente cada vez que leo, pero no lo hago con la constancia que debería y, sobre todo, me gustaría.
La lectura por placer la realizo confortablemente en la cama, antes de dormir: apilo tres grandes almohadas, enciendo el velador y procuro absoluto silencio. Quizás todo este “rito” sea una especie de “venganza” a esas lecturas (obligatorias) que requieren estar en un lugar rozando la incomodidad, para lograr total concentración, y más que nada evitar el dormirme.
Unas pocas semanas atrás, logré no sólo iniciar aquel libro pendiente, sino, descubrir que se convertiría en uno de mis libros favoritos, “Sobre Héroes y Tumbas” de Ernesto Sabato.
Me atrapó y tensionó desde un comienzo, pues su “noticia preliminar” introduce directamente al último hecho macabro de la historia: el suicidio de “Alejandra” luego de haber matado a su padre.
Antes de que suceda dicha escena, se narra la relación de Martín, muchacho melancólico y solitario, y Alejandra, muchacha sumamente misteriosa que parece estar en abismos oscuros. Una relación de “amor frenético, como una sucesión de éxtasis y catástrofes”.
Me perseguían constantemente las preguntas: ¿qué los une?, ¿por qué lo “necesita”? y sobre todo, ¿qué esconde ella?
Paralelamente se relatan las biografías de los miembros de la familia Vidal Olmos por más de cien años, hasta finalizar con el infernal destino de Alejandra y su padre Fernando.
Agradable me resultaba hallar esos fragmentos que no referían sólo a la trama, sino a una especie de “sabiduría”, tal vez, miradas propias del autor sobre sutilezas de la vida, escondidas entre conversaciones de personajes. Como esas representaciones de dos conceptos tan abstractos y usados: el Alma y el Destino. Gran admiración siempre me produce la posibilidad de poner en palabras (y aún más en letras) sensaciones e ideas difíciles de explicar; sin duda, por ello disfrutaba de esos fragmentos, además, me proporcionaban un “recreo” en la línea de la trama.
Continuamente me pregunto por qué no leo lo suficiente. Una posible respuesta, (de igual forma, justificación) es la “disyuntiva” entre obligaciones y leer para estudio o acontecer ese “rito” y disfrute de lectura personal. Esperanzada percibo este trabajo como un aliento y motivación para ampliar la lectura placentera.

1 comentario:

Nehuén dijo...

Soy testigo que sos una lectora apasionada pero no tenés el hábito y el tiempo -por diversos motivos- de leer tan seguido como quisieras. Próximamente vas a tener que presentarte como escritora y sé que ello te da inseguridad. ¡Si pudieras ver todo el potencial que tenés! Solo te hace falta creer un poco más en vos y dejar de estar pendiente a terceros.
¡Un besote y quiero ver que este blog florezca!